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23 Argumentos a Favor de la Validez Histórica de la Resurrección de Jesucristo (Notas finales)

1. Henry Morris, The Defender’s Bible (World Publishing, Grand Rapids, 1955), pág. 1576. Cerrar

2. New Bible Dictionary {Nuevo Diccionario Bíblico} (Wm. B. Eerdmans, Grand Rapids, 1975), pág. 1087. Cerrar

3. William Lane Craig, Reasonable Faith: Christian Truth and Apologetics {Fe Razonable: Verdad Cristiana y Apologética} (Crossway Books, Wheaton IL, 1994), pág. 277. Cerrar

4. Traducido por William Whiston (originalmente publicado en 1737), The Life and Works of Flavius Josephus {Vida y Obra de Flavio Josefo} (The Winston Co., Philadelfia, 1957), pág. 535. Cerrar

5. Tradicionalmente, Judas Iscariote está excluido del número de personas que fue testigo de su ascensión, según el registro de Mateo 27:5 que parecería indicar que Judas fue y “se ahorcó” poco tiempo después de la crucifixión. Sin embargo, parece más probable que Judas haya sido nuevamente recibido en la compañía de los discípulos en el período comprendido entre su arrepentimiento y su ascensión, de la cual él fue testigo. Después de que vio ascender a Jesús, y de que toda esperanza de restauración de un reino Davídico estuviera perdido, Judas fue y se quitó la vida. Su ausencia entonces precipitó la necesidad de reemplazarlo, lo cual se convirtió en el primer punto de la agenda luego de la resurrección (véase Hechos 1:16-26). Si Judas se hubiera quitado la vida antes de la resurrección, es lógico suponer que Jesucristo mismo hubiera estado involucrado en la elección del reemplazante, ya que él había elegido a los 12 originales. El hecho de que Judas haya sido recibido nuevamente en la compañía de los discípulos luego de traicionar a Jesús, habla maravillosamente bien del perdón del Señor Jesús, así como de la comprometida hermandad de los discípulos. Cerrar

6. J.P. Moreland, Scaling the Secular City {Subiendo a la Ciudad Secular} (Baker Book House, Grand Rapids MI, 1987), págs. 171,172. Cerrar

7. Thomas Arnold, Sermons on Christian Life {Sermones Sobre la Vida Cristiana} (London, 1854), pág. 324 Cerrar

8. Simon Greenleaf, The Testimony of the Evangelists {El Testimonio de los Evangelistas} (New York: 1874), pág. 28 Cerrar

9. Remítase a nuestro libro Is There Death After Life? {¿Hay Muerte Después de la Vida?} Cerrar

10. Henry Morris, op.cit., pág. 1574 Cerrar

11. Remítase a nuestro libro The Christian’s Hope: The Anchor of the Soul {La Esperanza del Cristiano: El Ancla del Alma}. Cerrar

12. De Halley’s Bible Handbook {Manual Bíblico de Halley}, 1955 edition, pág. 497. Cerrar